viernes, 18 de marzo de 2011

Capitulo10: Capítulo extraordinario de Tony Ruina

















Escucha aquí el capitulo:



ESCENA 1: EL REGRESO DEL GUERRERO
Tras nuestra espectacular huida de la ciudad perdida de Pietrola y dejar allí abandonado a su marido Sarcochon, con el batallón del ejército francés, Charlotte Brown y yo permanecimos ocultos en una buhardilla de Paris frente al Moulin Rouge. Nos convertimos de la noche a la mañana en las personas más nombradas y buscadas por los medios de comunicación y nuestras cabezas subieron vertiginosamente su cotización entre los caza recompensas. Durante esos días, como no teníamos otra cosa que hacer, aprovechábamos el tiempo para fornicar al aire libre. Ella con las manos en la barandilla del balcón, yo oscilando hacia mis sus suaves caderas y admirando la belleza de la torre Eiffel a lo lejos. Estaba tan feliz, tan satisfecho, tan colmados estaban mis instintos primarios, que a las dos semanas me aburrí y decidí volver a Olba Town. Charlotte, completamente comprensiva con mis deseos me regaló como recuerdo de nuestra historia un mechón de pelo de su perfumado pubis, con el cual me hice un bigote para poder pasar de incógnito por la aduana. Ya en carretera montado en el autobús de la compañía Ladies que une Sibilha con Olba Town, mientras recordaba la bonita noche en el desierto con Charlotte, me llegó a la pituitaria un pestilente hedor a la par que familiar y desagradable. Miré a la monjita que tenía sentada de compañera de asiento. Ella me devolvió la mirada como diciendo, yo no he sido. Un cartel anunciando que estábamos a sesenta kilómetros de nuestro destino, me hizo comprender que no era otra cosa sino el olor putrefacto de Olba Town.  Recordé entonces la angustiosa experiencia chamánica en la que entré bajo el influjo de las drogas y de la mano del gran Jefe Laminga en el poblado Awinmaue (capítulo 8).

ESCENA 2: EXPERIENCIA ONÍRICA EN EL POBLADO AWINMAUE
Me desperté tiritando, empapado y con una humedad insoportable calándome los huesos. Completamente desnudo y en medio de un enorme humedal, al incorporarme y mirar a mi alrededor, se me heló la sangre. La vegetación era exuberante y de desmesuradas proporciones. No soy un experto en botánica, pero no reconocía ninguna de las plantas que con colores hasta ese momento nunca imaginados, se levantaban vigorosamente adoptando formas imposibles hasta que perdían de vista en altura. Sus frutos, con una morfología enigmática y maldita, mostraban también una variedad malsana de colores brillantes y texturas amenazadoras. El paisaje que me rodeaba, a pesar de ser fascinantemente extraño e ignoto, me recordaba algo que mi mente rechazaba de puro terror. En ese momento, di un respingo al sentir algo que me rozaba la pantorrilla. Miré hacia abajo y era una especie de perro feo, enano y sin pelo. Sin embargo, su rostro me resultaba angustiosamente familiar. Armándome de valor lo cogí para verlo más de cerca y vomité de terror nada más corroborar mis sospechas. Esos ojillos hundidos, esa calva generosa, esas gafas, y su tonta y encantadora sonrisa. Era una especie de ser del futuro, un perro mutante con la cara del Alcalde Peter Font. Grité con todas mis fuerzas, provocando la espantada de miles de seres amorfos que surgieron de la extraña vegetación que me rodeaba en aquel maldito paraje, y que hacía eones fueron las marismas de Olba Town. Desperté de nuevo pero ahora en la choza del Jefe Laminga, el cual me escupía repetidamente para calmar mi tenso estado de ánimo. Su respuesta, tras contarle el viaje onírico que acababa de tener debido a una sobredosis de hongo sagrado, lejos de tranquilizarme casi me vuelve loco. Me dijo que sin duda había estado en el futuro, a miles o quizá cientos de miles de años de distancia en el tiempo. Y no solo eso, me dijo también, que llegaría un momento en el que estaría en mis manos el poder cambiar ese desolador futuro. De la impresión de sus palabras perdí el conocimiento descompuesto.

ESCENA3: REENCUENTRO CON LA PELIRROJA
La lencería de la pelirroja era deliciosamente suave al tacto, y con un aroma sutil e insinuante que incitaba al pecado. El sostén, firme y solido, debido al enorme peso que debía  de soportar era sin embargo liviano y ligero en cuanto a su textura…con encajes y trasparencia para mostrarlo todo sin enseñar nada. La ropa interior de su marido, sin embargo, era la propia de  un hombre apocado y sin sex appeal. Feas camisetas sin mangas, y los típicos slips blancos con el clásico agujero para sacar el pajarito. Se me escapó en ese momento una risotada que casi me delata.
La misma noche de mi llegada a Olba Town, decidí que me vendría bien algo de calle, y paseando por Rich Street, vi un cartel anunciando el concierto de Deborah Boobs en el Pub The Other World. Era la hermosa pelirroja, cuyo marido me contrató para comprobar si le era infiel. (capitulo 2). La turgencia de sus voluminosos pechos, no habían cedido ni un ápice a la ley de la gravedad debido al trascurso del tiempo, según se apreciaba en la fotografía del cartel. Así que decidí ir a verla, para comprobar si el Photoshop tenía algo que ver en todo esto. La comprobación la haríamos en casa de la pelirroja, ya que su marido estaba en una cena de negocios y no llegaría hasta tarde. Estaba a punto de testar con mis manos la firmeza de sus senos cuando oímos las llaves de la puerta. Su marido se había adelantado. Escondido como un voyeur en el armario del dormitorio, y viendo como el marido borracho intentaba inútilmente satisfacer a su esposa, no pude más que recordar el bonito caso del equipo femenino de rugby, que a continuación relato…

ESCENA4: EL CASO DEL EQUIPO FEMENINO DE RUGBY (capitulo7)
Aquella bonita y luminosa mañana de primavera mi despacho lucía como siempre, desordenado y lleno de polvo como una incómoda metáfora de mi vida, hasta que entró parte del equipo femenino de Rugby de Olba Town. Once chicas, once sueños, once dulces minishorts, que inundaron de repente la estancia  de luz y sensualidad con sus risas y perfectos cuerpos adolescentes. Intimidado y pensando que éste podía ser un buen comienzo para una película de Jess Franco, les pregunté qué les había traído a mi agencia. Entre todas me explicaron que necesitaban de mis servicios, ya que sospechaban que tenían un mirón, que las espiaban mientras se duchaban, tras los entrenamientos. Además les había desaparecido ropa interior por lo que el mirón tenía además acceso a sus taquillas. Acepté el caso con una gran rabia contenido por dentro, debida sobre todo por la profunda envidia que me entró al oír su relato. Ya una vez en el estadio de Rugby, inspeccionando las instalaciones no tardé en dar con el escondrijo desde el cual el voyeur espiaba a las chicas. Así que allí pasé dos semanas apostado, mientras para sumergirme en el perfil psicológico del mirón, espiaba a las chicas a través del agujero. Once chicas, once sueños, sin minishorts. El hecho es que seguramente debido a mi presencia, el mirón dejó de acosarlas y de robarles ropa interior. Resuelto el caso, decidí no cobrarles nada, que menos, ellas, agradecidas, me insistieron en que me debían un favor, y volvía a pensar en las películas de Jess Franco.

ESCENA5: FINAL ALTERNATIVO A LA EMPANADA ORIENTAL
Aún después de haber estado cerrado más de siete años, durante mi periplo en tierras africanas,  el despacho estaba tal y como lo dejé antes de partir…lleno de polvo y telarañas, e invadido por ratas y cucarachas. Volvía a casa a reunirme con los míos. En el fondo del cajón de mi escritorio, me llamó la atención un objeto metálico y brillante. Al acercarme advertí que se trataba de unas bolas chinas. Irremediablemente rememoré el caso de la empanada oriental (capitulo 4), y me cuestioné qué sería de mi en este momento, si hubiese adoptado otra decisión en el último momento. [….]Así que salimos del Maserati y para poner orden y abrirnos paso grité a la muchedumbre “Háganse a un lado que voy armado”, meneando las caderas con las manos en la cintura. El hecho es que la contundencia de mis armas causó un gran revuelo y en medio de la estampida de la gente cogí a la chinita de la muñeca y empezamos a recorrer el antiguo embarcadero del rio Red Wine. La única opción que yo barajaba era arrojarnos a las sucias aguas del rio. Pero cuando llegamos al borde del embarcadero la chinita se paró en seco y me explicó toda la historia. Una auténtica empanada oriental. El Señor Chung Lio era en realidad su hermano y vino de China por que había vendido su virginidad a otro jefe de un clan mafioso. Ella, para demostrarle que era poco virgen, montó todo este numerito. Cuando me aseguró que su hermano sólo nos respetaría si contraíamos matrimonio, consideré muy seriamente esa posibilidad, tanto que al día siguiente nos casamos al estilo chino, saliendo de la Iglesia de San Peter Square bajo una lluvia de arroz tres delicias. La cosa es que aparte de convertirme el yerno del capo chino más peligroso y sanguinario del mundo, pasé a llevar el control del tráfico de cocaína en Europa Occidental, adquiriendo un nuevo significado para mí la expresión, navidad, blanca navidad…


banda sonora


1 - Jack Trombey - "Beat Special" De Wolfe 2990 - Young Beat (1966)

2 - Gato Barbieri - "Goodbye (Un Largo Adios)" B.S.O. Last Tango in Paris (1972 )

3 - Nico Fidenco - "Come Back! Rhythm" B.S.O. Emanuelle - Perché Violenza Alle Donne? (1977)

4 - Alessandro Alessandroni & Nora Orlandi - "Hell Nightmare" B.S.O Devil's Nightmare (1971)

5 - Alain Goraguer - "Les hommes - La grande co-existence"
B.S.O La Planète Sauvage (1973)

6 - Roy Budd - "The Strange Approaches" B.S.O. The Black Windmill (1974)

7 - Janko Nilovic - "African Dream"
Impressions, Vol. 1

8 - Piero Piccione -"A Place To Hide" B.S.O. The Tenth Victim (1965)

9 - Piero Umiliani - "Topless Party" B.S.O. Svezia, Inferno e Paradiso (1968)

10 - Gert Wilden And Orchestra - "Little Girls"
B.S.O. Schoolgirl Report (1969)

11
- Galt MacDermot - "Woman is Sweeter" B.S.O. Woman is Sweeter (1969)

15 - Piero Piccioni- "Big Action" B.S.O. Puppets on a chain (1970)

12 - Guido & Maurizio De Angelis - "Piedone Is Sad" B.S.O. Piedone Lo Sbirro (1973)


13 - Guido & Maurizio De Angelis - "Piedone A Hong Kong (Piedone Indaga)" B.S.O. Piedone A Hong Kong (1975)

14 - Ray Charles - "Santa Claus Is Comin' To Town" The Spirit Of Christmas (1959)


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