viernes, 25 de marzo de 2011

Capitulo11: Olba Town, la ciudad mutante


Escucha aquí el capitulo:


ESCENA1: VISITA MUTANTE EN EL DESPACHO
Aquella fría madrugada, permanecía aún en mi despacho estudiando toda la información que me había proporcionado la policía de Olba Town, en relación a los tenebrosos y funestos acontecimientos de los últimos días en la ciudad. Más de ciento cincuenta muertos y quinientos desaparecidos eran unos números como para tomarse el asunto muy en serio. Analizando todas las pistas, cuando creí ver ante mí el desencadenante de aquella espiral de violencia y antropofagia desmedida, se me erizó el pelo de la nuca al percibir un hedor insoportable a carne descompuesta que provenía de detrás de la puerta de mi despacho. Sin duda, tras ella, una horda de zombis mutantes se venía aproximando con la intención de devorarme los sesos. Mi segundo órgano preferido.  Armándome de valor, abrí la puerta, y como sospechaba, por el rellano de la escalera, una veintena de mutantes, con la parsimonia propia que debe tenerse disponiendo de una anatomía corrompida y putrefacta, subían escalón por escalón, jadeando y expulsando asquerosas secreciones por la boca y demás orificios. “Menuda faena le queda mañana a la limpiadora”, pensé. Aterrorizado me encerré de nuevo en mi despacho, consciente de que en menos de dos minutos echarían la puerta abajo. No tenía escapatoria posible. Aún sabiendo que no serviría para detener a la horda zombi, cogí del cajón mi revólver, dispuesto a volarme los sesos si era necesario antes que dejarme comer vivo. Con el cañón introducido en la boca, contemplé pavorizado cómo echaban la puerta abajo y entraban remolonamente en el despacho.  

ESCENA2: MUTANTES EN EL CENTRO DE OLBA TOWN
Olba Town tiene la merecida fama de ser una ciudad anodina en la que nunca pasa nada interesante. Nunca es nombrada por los noticieros. Exceptuando alguna que otra banda callejera, un frustrado intento de atentado islámico, una peligrosa persecución de la mafia china con tiroteo incluido, o unos extraños casos de combustión espontanea entre las rubias que paseaban por la zona nueva de la ciudad, sus calles son un remanso de paz y aburrimiento. Sin embargo, aquella soleada tarde de invierno, una horda de zombis mutantes surgió de quién sabe dónde, para romper la tranquilidad y placidez en la que se hallan normalmente sus habitantes. Una veintena de muertos vivientes, la mayoría conocidos vecinos de Olba Town, causaron el pánico en la plaza de Palm Square, la zona comercial de la ciudad.
Algunos incrédulos creyendo que se trataba de algún espectáculo callejero, con unos fantásticos y logrados efectos especiales, se paraban a contemplar cómo éstos devoraban en plena calle y sin ningún tipo de pudor a todo aquel viandante al que lograban apresar entre el aplauso surrealista de la concurrencia. Un grupo de grúas del Ayuntamiento, especializadas en demoler edificios históricos del centro de Olba Town consiguieron acorralar al grupo de zombis para posteriormente aplastarlos con sus palas hasta reducirlos a una asquerosa y pestilente papilla, que varios operarios equipados con mangueras vertieron al alcantarillado. El Alcalde Peter Font, presionado por los negocios del centro, que estaban en pleno periodo de rebajas, y para evitar que cundiera el pánico entre los ciudadanos, negó todos los hechos, y los atribuyó a una paranoia colectiva, encerrando y tomando por locos a los numerosos testigos del suceso.

ESCENA3: DIAS DIFICILES Y MUTANTES
Los días siguientes fueron caóticos en Olba Town. Decenas de grupo de mutantes deambulaban por la ciudad, provocando esto situaciones realmente incómodas para el desarrollo normal de la vida diaria de sus ciudadanos. Afortunadamente la afición del Alcalde Peter Font de derruir edificios singulares del centro de Olba Town, es bastante fuerte, por lo que el Ayuntamiento cuenta con un gran número de grúas para tal fin. Durante varios días, sin embargo su misión fue la de reducir y masacrar a todo aquel grupo de zombis que advirtiesen por las calles. Producto del caos y del miedo colectivo aplastaron por error a un grupo de jubilados que jugaba plácidamente a la petanca en Point Square. Con el tiempo la gente incluso empezó a acostumbrarse a ver los grupos de mutantes invadiendo las calles y a interactuar de distintas formas con ellos. Algunos gamberros se entretenían en lanzarles botellas, algunas señoras le dejaban restos de comida como si fueren gatitos, otros tantos se manifestaban en contra de su aniquilamiento por parte de las grúas, catalogando el hecho como un holocausto zombi. Sea como fuere, la situación se iba tornando insoportable. Por un lado el hedor que dejaban los zombis por las calles del centro estaba afectando al consumo. Por otro, a pesar de la torpeza y lentitud con que se movían, de vez en cuando conseguían apresar a algún ciudadano, por lo general personas con movilidad reducida, ancianos y desvalidos, y el goteo de muertos era ya demasiado importante. Así que el Ayuntamiento y las fuerzas de seguridad de Olba Town, en un ejercicio de transparencia sin precedentes, compartió con todos los investigadores, los científicos y la comunidad intelectual de la ciudad, todas las pistas e información que tenían en relación a este misterioso caso, para buscar una solución conjunta. La desesperación del Ayuntamiento se disfrazó de honestidad.   

ESCENA4: TENSIÓN MUTANTE EN EL DESPACHO
 El sabor metálico del revólver introducido en mi boca, el hedor de horda zombi que entraba en el despacho y se aproximaba para devorarme vivo, despertaron en mí un último intento de aferrarme desesperadamente a la vida y de por lo menos morir defendiéndome. Tras vaciar el revólver inútilmente, cogí el trofeo de pesca de la estantería y golpeé al primer zombi que me amenazaba con su aliento a pescado podrido. Golpeé de rebote un radiocassette que estaba en la mesa del despacho. Éste, cayó al suelo y empezó a sonar de repente la canción “You should be dancing” de la película fiebre del sábado noche. Los zombis tras un primer titubeo…se pusieron a bailar. Yo para soltar toda la adrenalina, decidí también acompañarlos.

ESCENA5: PASEO MUTANTE Y FUNKY POR LA CIUDAD
Antes de la inesperada visita de los zombis mutantes a mi despacho, estudiando la información proporcionada por las autoridades, constate que muchos de los ciudadanos que se convertían en zombis de manera espontanea, estaban en ese momento al volante. Y entre la documentación encontrada en sus vehículos destacaba en un gran número de ellos la tarjeta de visita de un brujo. El Doctor Makumba. “Su curandero africano de confianza”, rezaba el papel, como si estos términos pudieran parecer compatibles. Y con el radiocassette al hombro, bailando funky de madrugada por las desiertas calles de Olba Town, seguido por un centenar de zombis que se me iban uniendo por el camino, me dirigía yo a su morada a pedirle explicaciones sobre este desaguisado. Cuando, de repente, se perdió la emisora, y rodeado por cientos de mutantes, ávidos de cerebro o ritmo, desesperado me puse a sintonizar la radio buscando algo de buena música. Comprobé aliviado que bailaban con bastante dignidad la bossa nova.

ESCENA6: FINAL MACABRO PARA UN CAPÍTULO MUTANTE
El plano de situación que venía dibujado en la tarjeta del curandero nos llevó a una nave abandonada del polígono industrial The Light. Al entrar, más allá de los esqueletos de toda clase de animales que colgaban del techo, y de las extrañas pinturas con sangre en idiomas abandonados y malditos que cubrían las paredes, el influjo de la magia negra podía sentirse en la piel y en el ánimo. El hedor a carne descompuesta, el suelo lleno de sangre seca y vísceras,  y el frio cadavérico de la nave, hacía casi impracticable el estar demasiado tiempo dentro de ella. Para mi sorpresa los mutantes que me seguían hasta ese momento, conforme iban entrando en la nave, por quién sabe qué tipo de influjo maligno, iban despertando de su oscuro letargo zombi, y su piel y mirada cobraban vida de nuevo. ¡Sanaban! Lógicamente al mirar a su alrededor huían despavoridos y completamente desorientados. Yo, sin embargo, tenía que encontrar al Brujo Makumba y continué solo el camino. Llegué a un almacén con cientos de cajas de Kleenex y comprendí enseguida cómo había propagado el virus o maldición o lo que quiera que sea que volvía zombis a los conductores. A través de los vendedores de Kleenex de los semáforos. Un método genial e higiénico. Una pequeña puerta me condujo a una enorme sala y describir el horror que sentí al ver el tétrico mosaico que cubría por completo una pared de al menos veinte metros y compuesto por decenas de cabezas humanas, me parece algo inútil, pero recuerdo que por un momento casi pierdo el conocimiento. En el suelo, sentado en medio de la sala estaba el brujo, cubierto con una túnica y mostrándome sus muñecas entregándose. El corazón se me paró momentáneamente cuando en perfecto awinmauense se justificó diciendo que Olba Town era una ciudad maldita, y me aconsejó que abandonase la idea de seguir protegiéndola. No dejé que siguiera hablando. Quiero pensar que fue fruto de mi estado de nervios, o producto del ambiente maldito que fluía por las paredes, pero muy dentro de mí, se que fue por no oír lo último que quería decirme por lo que le estrangulé con mis propias manos, mientras gritaban al unísono el brujo y el mosaico de cabezas de la pared.



banda sonora

1 - Lalo Schifrin - "Amityville Frenzy" B.S.O. The Amityville Horror (1979)

2 - Fabio Frizzi - "Fatti misteriosi" B.S.O. Paura nella citta' dei morti viventi(1980 )

3 - Jay Richford & Gary Stevan - "fearing much" Feelings (197?)

4 - Fabio Frizzi- "Un gatto nel cervello " B.S.O. Zombi 2: Un gatto nel cervello (1970)

5 - A. blonksteiner - "Target-firing" B.S.O. Apocalypse domani(Vol.1) (1980)

6 - Georges.A.Romero - "Scarey 2" B.S.O Dawn of the dead (1978)

7 - Stelvio Cipriani - "Un'ombra Nell'ombra" B.S.O. Un'ombra Nell'ombra(1979)

8 - Lalo Schiffrin - "Fear" B.S.O. Mannix(1967)

9 - Giorgio Gaslini -" School At Night" B.S.O. Profondo Rosso (1975)

10 - Bee Gees - "You Should Be Dancing" B.S.O. Saturday Night Fever (1977)

11 - Pino Donaggio - "Jack On The Move" B.S.O. Blow Out (1981)

12 - Connie Francis - "Bossa nova hand dance" The Mood Mosaic 4

13 - Bruno Nicolai - "Medium" B.S.O. Tutti i Colori del Buio (1972)

14 - Galt MacDermot - "dead end" In Film: 1969-1973

15 - Georges.A.Romero - "Scarey 1" B.S.O Dawn of the dead (1978)

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