viernes, 25 de febrero de 2011

Capitulo8: Las tribulaciones de un Europeo en África


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ESCENA1: UNA FATAL CONFUSIÓN
Nada más llegar al fastuoso hotel Kenia Hilton de cinco estrellas, dejé las maletas en la habitación y bajé a la sala de fiestas. Una orquesta tocaba música easy listening de genios como Henry Mancini o Syd Dale. En la entrada del lujoso salón de Hotel, un enorme cartel anunciaba una recepción, una especie de Cocktail Party privada para los miembros e invitados de la Alianza de Civilizaciones. La cara de diplomático me sale estupendamente, así que me colé por la puerta a la fiesta y me vi de repente rodeado de dictadores asesinos, multimillonarios excéntricos y empresarios sin escrúpulos. Mientras bebía el mojito en la barra, a mi alrededor se hablaba de negocios millonarios, golpes de estado, intrigas palaciegas y se decidía sobre la vida o la muerte de millones de personas en todo el mundo.  Aburrido de insustanciales conversaciones decidí bailar un poco con la garbosa rubia de insinuante mirada que estaba  tan sola en la pista de baile. Era la esposa de un peligroso dictador que negociaba a unos metros de ella con un empresario europeo los derechos de explotación de los diamantes de su país, y el destino de varias tribus cercanas a la mina. Aunque esté de vacaciones parece que tengo afición al peligro, así que invité a la rubia a que continuásemos la fiesta en mi habitación. Ella aceptó encantada la invitación preocupándose de que yo advirtiese de que no llevaba ropa interior. En cuanto su marido se tomase dos copas más, le daría esquinazo y subiría a la habitación 202 me dijo. Mientas me dirigía a mi habitación a darme una ducha y pedir algo de champagne, por megafonía llamaban a recepción al Señor Mangaloka. Me hizo gracia ese nombre. “Yo sí que soy un Mangaloca”, pensé. Así, cuando los dos individuos de etiqueta junto al ascensor me preguntaron si yo era el Señor Mangaloka , absurdamente les dije que sí. La banda de Jazz empezó a tocar la canción “Party Poop” de Henry Mancini. Es lo último que recuerdo antes de recibir el golpe en la cabeza que me dejara k.o. 

ESCENA2: PLANEANDO SOBRE LA JUNGLA

Me despertó un ruido infernal y lo primero que vi fue la selva bajo mis pies. La estaba sobrevolando en un helicóptero con los dos individuos que se habían dirigido a mí en Hotel pero ahora ataviados con ropa militar y metralletas.  Discutían en su idioma de forma acalorada pronunciando de vez en cuando la palabra Mangaloka. Sin duda se trataba de dos secuestradores, y en ese momento debieron de darse cuenta de su error. Yo no era el tal Señor Mangaloka. “¡Que bocazas soy! ¡maldita sea mi estampa!, grité en medio de la discusión y ante la estupefacción de los paramilitares que me escoltaban sin duda hacia un fatal destino, cogí lo que parecía un paracaídas y salté al vacio. Caía a una velocidad de vértigo hacia el enorme colchón ver de la selva, y al tirar de la anilla comprobé que no era un paracaídas sino una Zodiac inflable. Enervado y ofuscado, como pude me situé dentro de la barca, me agarré fuerte, y planeando sobre la jungla, me sentí enormemente solo y ridículo ante aquella inmensidad de tierra salvaje y virgen hacia la que irremediablemente descendía. Conforme me iba acercando, los sonidos de la selva se iban mezclando con el que producía la zodiac en su descenso. Monos, pájaros, extraños animales… me recordaba la música electrónica de los discos setenteros de Roger Roger. Decidí unirme a todos ellos con un profundo grito. Gutural, gutural. Una enorme secuoya amortiguó la caída golpeándome repetidamente con sus ramas por todo el cuerpo. Acabé molido a golpes, montado en la zodiac y a la deriva en una especie de riachuelo. Un momento idóneo para echarse una siestecita, pensé.

ESCENA3: SELVÁTICA ESCENA SEXUAL
Me despertaron unos gritos humanos cerca de la orilla. Y de entre los matorrales se levantó una hembra de raza negra, como no podía ser de otra forma, completamente desnuda. Una lugareña de macizas y espectaculares proporciones. Era como si Marilyn Monroe se hubiese bañado en un barril de crudo. Despertarse con una visión como esa es algo que siempre resulta agradable. Se había dislocado un hombro al caerse del árbol donde cogía fruta. Asustada en un principio, le apliqué un suave masaje hasta que se lo puse en su sitio. Sospeché que había tenido contacto con civilizaciones más avanzadas cuando para agradecerme la cura me abrió la cremallera del pantalón. Insistí en que no hacía falta, pero ante su obstinada predisposición, la dejé hacer. Mientras la indígena seguía con lo suyo hice un repaso de situación en la cual me encontraba. Estaba completamente incomunicado, en mitad de la selva africana, sin saber además en qué país me encontraba exactamente y con aquella negrita que acababa de conocer, agradeciéndome virtuosamente mis labores humanitarias. Esto último era lo más positivo de todo, pero de repente salió corriendo perdiéndose en la espesura de la selva. Vale, quizás había estado algo despistado y no le había prestado demasiada atención, pero dejar la faena a medias no me pareció algo muy bonito. Cuando me di la vuelta reconocí enseguida esos tocados y pinturas de sus caras por los reportajes de antropología cultural de la BBC. Una veintena de integrantes de la peligrosa tribu caníbal Tolokomo me apuntaban con sus lanzas.

ESCENA4: LA DESPENSA HUMANA
La tribu Tolokomo es una de las pocas tribus caníbales que quedan aún en África, con lo cual fue toda una “suerte” que precisamente ellos me hiciesen prisionero. Atado a un tronco y portado sobre los hombros de dos tolokomos hice entrada en el poblado, y rápidamente me entró complejo de butifarra por  la cara de satisfacción que ponían los indígenas al verme pasar. Debido a la crisis en el turismo internacional habían cambiado sus hábitos alimenticios. Sólo comían carne humana en determinadas celebraciones y cuando recibían visitas ilustres. Así que me llevaron a una gran choza, la despensa del poblado, dónde me encontré a otros prisioneros, a los cuales, comprobé espantado les faltaban algunos miembros. Se los estaban comiendo poco a poco, y los mantenían vivos para que no se pudriese la carne. Me estremeció el caso de un inglés, muy propio él con su traje de safari, al que le faltaba una pierna de rodilla para abajo y al que sólo se le ocurrió preguntarme si tenía tabaco de pipa. Había otro francés, al que le faltaban los brazos y las piernas. Este era el único que no estaba atado, lógicamente. Y se movía de un lado para otro de la choza con sus pequeños muñones y entablando conversación con el resto de los prisioneros. Me sorprendió escucharle que tampoco se vivía tan mal allí, y me dijo que le alimentaban muy bien, y que una vez cada dos semanas un grupo de mujeres del poblado satisfacía sexualmente a todos los prisioneros. Mostrando el muñón de su brazo derecho, me relató orgulloso que se sirvió en rodajas con salsa de mango en una ancestral celebración en honor al Dios Jamatelah. Sin duda se había vuelto loco. “Mejor para él”, pensé. De momento a mí ese día, me cortaron tres dedos del pie izquierdo para ofrecerle una tapa de caldereta a un jefe local que estaba de visita. Ya de madrugada, al poco de conseguir quedarme dormido, me despertó un zarandeo. Era la linda negrita a la que había curado el hombro que había venido para liberarme. Descarte la posibilidad de llevarme a otros prisioneros pues  a todos les faltaba, todas o alguna extremidad inferior. El francés se puso a gritar como un energúmeno el muy gilipollas para alertar al poblado de nuestra huida. La negrita y yo salimos corriendo a través de la jungla.

ESCENA5: LOS AÑOS FELICES EN AFRICA
Calculo que viví en torno a tres años en el poblado de la tribu Awinmaue, en lo que considero sin duda, como uno de los periodos más felices y tranquilos de mi vida. Contraje matrimonio con Vayamamah, que así se llamaba la negrita, y tuvimos una larguísima descendencia. No eran todos míos, ya que los primos y tíos de Vayamamah también tenían derechos sexuales con mi esposa. Yo por supuesto con sus primas y tías también. La cosa quedaba en familia. Llegué a entablar una relación muy especial con mi suegro, el jefe de la tribu, el gran jefe Laminga. Manteníamos muy largas conversaciones en su choza. Yo le hablaba del hombre blanco y el a mí de sus antepasados y de mitología awinmauense. Me ayudó mucho en mi adaptación a las costumbres de la tribu. Los hombres íbamos siempre desnudos, pero debíamos de ponernos un largo palo hueco enfundado en el pene. A pesar de las molestias iniciales, conseguí acostumbrarme. Lo malo era el insomnio que me producía, ya que de noche, me despertaba, por circunstancias propias de la naturaleza humana, de un palazo en la cara. El gran Jefe Laminga, gracias a rituales iniciáticos y extrañas drogas, consiguió que yo tuviese tal control de mi cuerpo, que a pesar de estar profundamente dormido,  cuando, por circunstancias propias de la naturaleza humana, el palo subía para arriba, mi cabeza por si sola lo esquivaba. Si bien he de decir, que los últimos meses de mi estancia en el poblado, noté al Jefe Laminga, demasiado pegajoso conmigo. 

El Jefe Laminga
ESCENA6: EL RITUAL CON FINAL FELIZ
El gran Jefe Laminga, me llamó ese día como cualquier otro para que charlásemos en su choza y como siempre empezamos la reunión esnifando un poco de hongo sagrado. El Jefe Laminga se aseguró de que yo me cogiese un buen colocón dándome de esnifar en repetidas ocasiones. Tenía que comunicarme algo muy importante. Me contó que estaba perdiendo las facultades para poder ejercer con todas las garantías sus labores como Jefe de la tribu y me propuso ser su sucesor. Era la primera vez en mi vida que se me proponía algo parecido, así que me sentí muy alagado y acepté el reto. Al día siguiente empezaron los preparativos del traspaso de poderes. Cuando vi la cantidad de comida dispuesta en el centro del poblado, pensé que la ceremonia empezaría con un gran banquete comunal. La sorpresa fue que todo el festín era para mí solito. Más de cinco horas tardé en engullírmelo con litros y litros de agua de coco. De lo lleno que estaba no podía ni tenerme en pie, así que me llevaron en volandas a una choza, me tumbaron sobre un lecho y pensé para mí, “Bueno, ahora vendrá la gran siesta”. Pues estaba equivocado. Una a una fueron pasando todas las mujeres de la tribu entregándose en cuerpo y alma al nuevo Jefe en una orgia que me pareció interminable y agotadora. No podía ya con mi cuerpo. Hasta le dije que no a una lugareña que quería repetir.  Al salir de la choza me esperaba una gran montaña de hongo sagrado dispuesta toda para mí. Yo, deseando acabar ya con la tortura que estaba suponiendo mi nombramiento, me la esnifé toda de forma compulsiva. Acabé viendo triple y en cinemascope. Dando tumbos me aproximaba al altar sagrado entre la multitud que se arrodillaba a mis pies reverenciándome. El colocón que llevaba era importante, imponente. Tuve que restregarme los ojos para creer lo que estaba viendo. El gran Jefe Laminga esta bocabajo espatarrado sobre el altar, y esperando a que se hiciese efectivo el traspaso de poderes. “Por ahí sí que no”, me dije. Por muy goloso que pudiese parecer ser Jefe de la tribu, sodomizar un viejo chocho me pareció un precio demasiado elevado.  Así que en medio del desconcierto popular salí corriendo del poblado. No descarto volver algún día, por lo menos para visitar a mi veintena de retoños, y a mi esposa Vayamamah. A sus primas y tías, por supuesto también. Supongo, que con el tiempo, al gran Jefe Laminga se le habrá pasado el calentón.  

banda sonora

1 - Manu Dibango - "Bokolo's Boogie"
B.S.O. Countdown at Kusini (1975)

2 - Roy Budd - "Diplomatic Dance"
B.S.O. Paper Tiger (1975 )

3 - Henri Mancini - "Party Poop"
B.S.O. The Party (1968 )

4 - Alan Parker- "Black Pearl"
(DE WOLFE) The Black Pearl (1972)

5 - Riz Ortolani - "Relaxing In The Savana"
B.S.O Cannibal Holocaust (1979)
6 - Syd Dale - "Shades of Blue" (KPM) Accents on Percussion (1966)
 
7- Nachum Heiman - "Echo 15" (KPM) Percussion Workshop (1972)
8 - Piero Umiliani - "Tamoure' Titoli"
B.S.O. Le Isole dell'amore (1970)
9 - Howard Blake - "The Leopard"
B.S.O. An Elephant Called Slowly (1969)

10 - Nino Nardini -"Jungle Spell"
(NEUILLY) Jungle Obsession (1971)

11 - Ima Sumac - " Le lion est mort"
The Ultimate Yma Sumac Collect

12 - Ray Cooper - "Voodoo!" (TIM) 1013 - Breath of Danger (1974)

13 - Les Baxter - "Voodoo Dreams" Jungle Jazz (1959)

14 - The Meters - "Big Chief" Trick Bag (1976)
 

miércoles, 23 de febrero de 2011

NO TE QUEDES SIN TU RACIÓN DE TONY RUINA

QUE NO SE TE OCURRA PERDERTE LAS SORPRENDENTES E HILARANTES AVENTURAS DEL DETECTIVE TONY RUINA EN EL CONTINENTE AFRICANO!!

viernes, 18 de febrero de 2011

Capitulo7: El misterioso caso de las Rubias explosivas

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ESCENA1: A JENNIFER SE LE FUE LA CABEZA

Jennifer salió como todos los días de su casa temprano. “A buscar curro”, decía a sus padres. Antes de salir del portal se puso la malla nueva que había comprado en el mercadillo, la camiseta elástica que tan poco le gustaba a su madre, y se cercioró de haber metido el paquete de condones en el bolso. Fuera, el Christian esperaba con la moto arrancada. Se dieron un sucio morreo mientras él le apretaba con ambas manos el culo con una violencia inusitada y se montaron en la moto para dirigirse como siempre a la Avenida Heavy Traffic a pegarse el lote cerca de las marismas. Sin embargo ese día no se darían el filete de turno. Estaban entrando en la Avenida de New Fish Market, en dirección al rio, cuando a Jennifer se le fue la cabeza…literalmente. Su cabeza estalló en mil pedazos para sorpresa de los viandantes que vieron espantados la brutal escena. Se encontraron restos del cráneo y de su cerebro en un radio de trescientos metros de la explosión. Christian fue ingresado en el hospital con multitud de cortes por todo el cuerpo producidos por trozos del cráneo de la Jenni, los cuales alcanzaron tal velocidad con la explosión que incluso atravesaron su casco. La ofrecida versión rápidamente por el Ayuntamiento de Olba Town, amparada supuestamente por estudios científicos, de que se trataba de un extraño caso de combustión espontánea, me hicieron sospechar  que había gato encerrado y empecé por mi cuenta la investigación.

ESCENA2: UNA PAMELA SOBREVOLANDO OLBA TOWN

El misterios caso de la rubia explosiva puso a Olba Town en el punto de mira internacional de noticieros informativos. No había cadena de televisión o radio, programa ni tertuliano  que no diera su particular opinión del caso. Había para todos los gustos. Que si el cambio climático, que si un fenómeno paranormal, el fin del mundo, ataques alienígenas, la profecía de Nostradamus, el infierno en la tierra, que si descárgate el video de la rubia explosiva marcando el  5700…el circo mediático de siempre. Parecía como si pidiesen más carnaza, más cabezas por los aires…Y así ocurrió. Apenas pasaron tres días cuando Miss Mushroom que esperaba a su hermana en la estación de tren, reventó de cuello para arriba, perdiéndose su pamela en el cielo azul. Sus pendientes se encontraron a dos kilómetros de la explosión. Cientos de personas que esperaban en el andén resultaron heridas por fragmentos de hueso que salieron despedidos a modo de metralla. Su diente de oro atravesó el cristal de la cabina del tren que estaba entrado en ese momento y de paso la frente del maquinista, muriendo éste de forma instantánea. La dimensión que alcanzaba ya el fenómeno era directamente proporcional a la torpeza de las declaraciones oficiales del Ayuntamiento de Olba Town. Rápidamente el ilustrísimo, que no ilustrado, Alcalde Peter Font hizo uso de la estadística en sus declaraciones a los medios alegando que era simplemente una casualidad que se dieran dos casos de este extraño fenómeno en Olba Town. Pronto un nuevo caso haría reventar la estadística por los aires. 

ESCENA3: UN ASUNTO COMPLEJO 

Nuevos casos se repitieron a lo largo de la semana y coincidían en todos varios factores: Todas eran mujeres y teñidas de rubio. Todos los casos se habían producido entre The New Fish Market y la estación de tren, la parte nueva de la ciudad, próxima a las industrias químicas. Varios testigos incluso aseguraron que antes de las explosiones habían percibido un fuerte olor procedente de las fábricas. La relación pues, entre el polo químico, el cabello teñido de las víctimas, y que sus cabeza explotaran en mil pedazos de manera repentina, parecía más que evidente. Aún así, el Alcalde seguía utilizando argumentos tan sólidos como que si en Olba Town se fumaba demasiado, o que la dieta a base de pescaito frito era muy rica en fósforo y favorecía la aparición del fenómeno combustivo. Tú sí que eres un fenómeno, Peter Font, en eso de tomarle el pelo al pueblo.

ESCENA4: LA IMPRESCINDIBLE ESCENA DE CAMA

Su piel era suave, tersa y sabía a salitre. Deduje que hacía poco que se había bañado en el mar. Sus pezones eran del tipo galleta campurriana, mi galleta favorita. Sus pies, que apuntaban al techo, estaban impolutos, limpios, dedos y uñas tan perfectamente cuidados que de un arrebato me introduje en la boca su pie izquierdo. La uña de su dedo gordo me arañó la campanilla. En el éxtasis del momento no me importó. Me imaginé que éramos como un tren, mi cuerpo sobre el de ella, constante, incansable, insistente con el chucuchucu. Eché más madera y los engranajes perfectamente ya engrasados del motor ayudaron que acelerara el ritmo hasta llevar la máquina al límite. Manteniéndome ahí, pisando a fondo, vi la estación acercándose en el horizonte, y empecé a gritar, “¡Ya llegamos, ya llegamos!”.  Después del polvo, la morena extasiada se quedó dormida, momento que aproveché para robarle el portátil. Ella trabajaba en la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Olba Town, y una fuente me informó que guardaba en su portátil diversos estudios en relación al caso de las mujeres explosivas que no habían salido a la luz. Antes de irme de su apartamento, le chupé por última vez un pie. Ese regustito salado me había recordado mis primeros besos de adolescente en la playa de Shady Top.

ESCENA5: LA ESCANDALOSA VERDAD

La información que descubrí en el portátil me dejó anonadado, patidifuso, ojiplático y cariacontecido. El Ayuntamiento sabía perfectamente y ocultaba cuál era la causa que las rubias teñidas que paseaban por la parte nueva de la ciudad, estallaran de cuello para arriba. Todas usaban el mismo tinte. Golden Rain.  Un producto que contenía un alto porcentaje de un peligroso Gas. La Estarrubita. Este inflamable y contaminante gas era producido en unas de las fábricas de Olba Town por la factoría ACME. Casualmente uno de los principales avalistas del gobierno comarcal.  Lo que se había ocultado a la población, es que una de las caracteristicas de este componente químico es que cuando la Estarrubita en estado gaseoso entra en contacto con la Estarrubita en estado sólido sus átomos se disocian violentamente provocando una fisión nuclear y una brutal explosión. El gas que a diario se escapaba de la factoria ACME en contacto con el teñido de las rubias se convertía pues, en una bomba mortal. Me entraron ganas de coger a todo el personal del Ayuntamiento, teñirlos de rubio platino y atarlos a todos en las farolas de Black Mountain Avenue para que confesaran la verdad. Calmada mi ira inicial, preferí usar un método menos pasional para resover este feo asunto. No me reventé demasiado la cabeza.

ESCENA6: EL PLAN

Planeé una entrada en el Ayuntamiento por la puerta grande. Adquirí todas las existencias del tinte Golden Rain que había en los almacenes del Supermercado Bacon, para sorpresa de la cajera. El equipo de Rugby femenino de la ciudad me debía un favor, por razones que quizás exponga en un futuro. Y convencía a todas ellas para que entrasen conmigo al Ayuntamiento. Cada uno de nosotros íbamos ataviados con una gabardina repleta de botes del tinte Golden Rain y el flamante teñido de rubio que lucíamos disimulado bajo pelucas y sombreros. Todo ello nos convertía en una potente, a la par que elegante y glamurosa, bomba humana.  

ESCENA7: LA VISITA AL AYUNTAMIENTO

En medio del patio del Consistorio, repleto de gente a esa hora de la mañana, nos descubrimos el pelo rubio y abrimos las gabardinas mostrando el centenar de botes de Golden Rain. Los alguaciles acudieron rápidamente al oir los aplausos de los allí reunidos que pensaban que aquello era una especie de perfomance denuncia sin ser conscientes del peligro que nuestra indumentaria llevaba implícita. Y atusándome el pelo exigí que le comunicasen al Alcalde Peter Font que quería reunirme con él en privado. Cuando entré en su despacho lo pillé jugando a los dardos contra un plano de la ciudad de Olba Town. No me sorprendió. Lo que rallaba ya el ridículo era como se había dispuesto la estancia para ganarme una batalla psicológica. Se me hizo entrar desde la pared opuesta a la mesa de su despacho con una distancia de al menos de 20 metros, para que psicológicamente yo lo viera como un ser lejano e inalcanzable. En su mesa todos sus retratos apuntaban hacia mí, con esa sonrisa política entre la incredulidad y la amenaza que le había valido el sillón consistorial. Su asiento estaba dispuesto a mayor altura que el mío para que yo tuviese que mirarlo desde abajo. Cuando le enseñé la información del portátil, ni se inmutó. Sin embargo cuando adjunté el informe en un correo electrónico para enviárselo a Helen Clubbing, su nueva oponente política, enseguida se vino abajo. El acuerdo final convenció a ambas partes. El Ayuntamiento presionaría a las fábricas para intentar , por favor, que emitiesen la menor cantidad posible del peligroso gas, por lo menos, en las horas de mayor tránsito de personas. También se comprometía a colocar advertencias en el perímetro más peligroso sobre el riesgo de usar el tinte Golden Rain y pasear con el pelo suelto. Se habilitó además un dispensario gratuito de pañuelos y distintos sombreros. Yo al Ayuntamiento le saqué extra que me financiara una larga temporada en África. Sólo necesitaba una cuenta y muchos ceros. Me apetecía respirar aire puro, salir de Oba Town, cambiar de aires. Y como me encantan películas como Mogambo o Shaft en África, decidí que el continente africano podría ser un buen destino.  Lo equivocado que estaba es ya capítulo aparte.

banda sonora

1 - Johnny Dorelli - " Arriva la Bomba" (Irma) Arriva la Bomba (1960 & 1970)
 
2 - Luis Enriquez Bacalov - "Samba" B.S.O. we still kill the old way (1967 )

3 - Roy Budd - "m1 (sk 10)" B.S.O. The Stone Killer (1974 ) 

4 - Nick Ingman - "Industrial time bomb" (KPM) 1206 - Cause for Concern (197?)

5 - Armando Trovajoli - "Il Profeta" B.S.O. Il Profeta (1968)

6 - Francis Lai - "Flying High" B.S.O The Games (1970)

7 - Botho Lucas Singers & Die Sound Masters - "Zigarillo (Dannemann)" Pop Shopping Vol. 2 (1972)

9 - Francis Lai - "Scene D'Amour" B.S.O. Bilitis (1977)

9 - Gianni Marchetti- "Organone" B.S.O. Il Magnifico Tony Carrera (1968)

10 - Lalo Schifrin and John E. Davis - "Freak time" B.S.O. Impossible Mission (1973)

11 - Marvin Gaye - "Trouble Man"B.S.O. Trouble Man (1972)

12 - John Scott - "Face of danger" (BRUTON) Dramatic action (1978)

13 - Anton Garcia Abril - "Ibéricas Fútbol Club" B.S.O. Ibéricas fútbol club (1971)

14 - John Barry - "A Man Alone" B.S.O. The Ipcress File (1965)

15 - Manu Dibango - "Go Slow Streets" B.S.O. Countdown at Kusini (1975)

miércoles, 16 de febrero de 2011

MAÑANA A LAS 00:00H NUEVO CAPÍTULO

NO TE PIERDAS MAÑANA EL CAPÍTULO DE TONY RUINA YA QUE INCLUYE SU CORRESPONDIENTE ESCENA DE CAMA PICANTE Y MÁS...!!

viernes, 11 de febrero de 2011

Capitulo6: La Banda de la Ceja Partida


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ESCENA1: DESCENSO INFERNAL
La cuesta de Tape Slope es la más pronunciada de Olba Town y comunica la parte alta de la ciudad, el barrio de The Order con las marismas, y acaba en un peligroso cruce, la carretera hacia GreenBelly Town, transitada sobre todo por camiones de mercancías. Y hacia allí me dirigía yo a toda velocidad sobre el monopatín, sin saber cómo frenar aquel trasto, mientras era perseguido por la banda de la ceja partida sobre sus Scooters, a la vez que me golpeaban la espalda con cadenas. Miré hacia atrás y vi a una chavala, no debía de tener ni 16 años, grabando con su móvil la persecución. Yo consciente de que al día siguiente ese video sería uno de las más vistos en Youtube, intenté sonreir, todo lo que permitió la bola de billar que tenía metida a presión en la boca.

ESCENA2: EL BARRIO DE THE ORDER
The Order es un barrio de trabajadores que como Rosebush o Greenlight crecieron desmesuradamente con el desarrollo industrial de la ciudad. Hoy día con un alto nivel de desempleo, por el declive de la actividad industrial de Olba Town, y un elevado absentismo escolar, El barrio, se ha convertido en caldo de cultivo para bandas callejeras. Los vecinos de la zona se pusieron en contacto conmigo que para desarticulase la más peligrosa. La banda de la ceja partida, con un brillante curriculum. Incendios de coches, atracos, palizas a inmigrantes…”unos angelitos” pensé. Paradójicamente la LOGSE y su teoría constructivista está creando una generación de jóvenes destructiva…Antes de empezar la tarea, me documenté un poco visionando algunos films de bandas callejeras como Quadrophenia o Youngbloods. Cogí mis luchacos, mi puño de acero y salí por la puerta sin ser consciente de la paliza que iba a recibir.
ESCENA3: TENSIÓN EN EL SALÓN RECREATIVO
Entré en el salón recreativo y mi condición de forastero se notó nada más traspasar la puerta. La tensión podía mascarse en el silencio de la Sala.”Busco a Jonathan!!” grité a la concurrencia. Más de la mitad de los presentes se volvieron respondiendo a la llamada. Eran como clones.  Pelo rapado con flequillo teñido de rubio, camisetas sin mangas y todo un despliegue de abalorios de oro por todo el cuerpo.  “El Jonathan que está con la Jessi!!”, volví a gritar ,a ver si  este nuevo dato me conducía al cabecilla de la banda. Pero para mi sorpresa, aún, un buen número de individuos respondían a estas señas. “Jonathan, el líder de los cejas partida!!”, fue gritar esto y empezar la gresca. Recibí un duro golpe en la espalda que me arrojó sobre la mesa de billar. Allí entre unos cuantos me inmovilizaron y mientras me golpeaban las costillas, me introdujeron a presión la bola número ocho por la boca. “Has perdido la partida, capullo!!”, me escupió en la cara un adolescente que identifiqué enseguida como el Jonathan que andaba yo buscando. A patadas conseguí liberarme y como si fuese un chiquillo, me levanté la gabardina, me bajé el pantalón, le enseñé mis posaderas, y salí pitando por la puerta, robando de camino un patinete en el que emprendí la huida calle abajo. Necesitaba sacarle de su guarida. Hacerle un calvo parece que le molestó lo suficiente para que decidiera perseguirme con sus acólitos.

ESCANA4: EL LIDER VENCIDO
Bajando a toda la velocidad la cuesta de Tape Slope sobre el patinete hacia el mortal cruce de GreenBelly Town, y recibiendo cadenazos en la espalda, cortesía de los Ceja Partida, aún tuve un momento para poder deleitarme, mirando el bonito espectáculo que ofrece el atardecer sobre las marismas de Olba Town. Y lamenté que estos, mis perseguidores, tan cenutrios, no supieran apreciar la belleza que aquel espectáculo que nos estaba brindando la naturaleza. Bien podríamos haber parado un momentito y ver cómo se oculta el sol en el horizonte, para seguir posteriormente con la persecución. Pero no, ellos disfrutaban más golpeándome la espalda y grabando con el móvil mi descenso infernal hacia lo que parecía una muerte segura. Al llegar al cruce me eché a suelo para rodar sobre mi cuerpo y pasar por debajo del camión que tenía justo enfrente. No sé cuantas vueltas daría, pero el hecho es que también pasé milagrosamente por debajo del camión que circulaba por el carril contrario para acabar finalmente en el arcén aturdido. Esto solo ocurre en películas y radionovelas del tres al cuarto, me dije. Al menos seis motos de los Ceja Partida fueron arrolladas por el camión. Mientras el resto cruzaba la carretera entre el caos que se había formado, me extraje la bola de billar de la boca y la lancé con todas mis fuerzas hacia la cabeza del Jonathan. Describir el sonido que produjo el bolazo contra su cráneo, lo evito para no herir sensibilidades. Con el líder en el suelo, convulsionando y vencido, el resto de la banda huyó despavorida.

ESCENA5: EDUCANDO AL  JONATHAN
Al Jonathan, me lo llevé a la agencia para intentar reeducarlo. Previamente lo había consultado con sus padres, los cuales se mostraron encantados de perder de vista a su hijo durante dos semanas. El sujeto era aún más peligroso de lo que parecía a simple vista. Su cultura era insultante, vocabulario escasísimo, ausencia total de capacidad lectura y de espíritu crítico y un desconocimiento total de la historia. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado! Hitler que si era cantante de reggaeton;  Gandhi que si un luchador de Pressing Catch. Era como un libro en blanco que había que llenar de contenido. Así que durante dos semanas, le obligué a visionar con un proyector grandes clásicos del cine durante el día. Charles Chaplin, Blake Edwards, Billy Wilders…y por las noches oíamos discos de Jazz estudiando la historia de la música. Puede que en un principio chillara como un cerdo en el matadero, pero a las dos semanas conseguí que chasqueara los dedos con bastante swing.

ESCENA6:UN FINAL QUE SE VEÍA VENIR
Cuando vi salir a Jonathan a las dos semanas, con su gabardina, el sombrero de fieltro y tatareando canciones de Frank Sinatra, me sentí muy reconfortado y esperanzado de que esta generación de jóvenes aún podía recuperarse. Al cabo de los meses, sin embargo, me encontré a Jonathan, enganchado al caballo y pidiendo por la calle con un aspecto deplorable y me explicó cómo había acabado así. Al salir de la agencia y llegar a su casa, fue verle su padre con su nuevo look y darle una tremenda paliza al creer que se había vuelto gay. Su familia lo echó a la calle. Ya allí, sus antiguos camaradas de la banda de la Ceja Partida, tampoco comprendieron al nuevo Jonathan y casi lo matan a patadas de no ser por unos vecinos que lo recogieron y cuidaron en su casa. Su cara quedó prácticamente irreconocible. Sin embargo, cuando se fue recuperando, los vecinos que lo estaban cuidando, descubrieron que se trataba del Jonathan, el líder de los Ceja partida, que tantos destrozos había producido en el barrio y lo arrojaron inmediatamente por la ventana del tercer piso. Sin embargo, no me guardaba rencor, al contrario, se mostraba muy agradecido. Y entre lágrimas me cantó esta canción.

banda sonora
1 - The Who - " The Real Me" B.S.O. Quadrophenia (1979)
2 - Keith Mansfield - "Bass Guitar Feature 2" (KPM) 1076 - Speed & Excitement (1970)
3 - Keith Mansfild, Alan Hawkshaw - "Teenage Chase" (KPM) 1043 - beat incidental (1969)
4 - Roland Kovac - "Action Man - Mania 1" (Selected Sound) Night Drive & Strange World (1970)
5 - Harry Betts - " Follow Me" B.S.O. Black Mama, White Mama (1972)
6 - Gil Scott Heron - "Gun" Reflections (1981)
7 - Hugo Montenegro & His Orchestra - "Titoli" The Good, The Bad And The Ugly (1967)
8 - Mikis Theodorakis - "Chase - The Happy Youth" B.S.O. Z (1969)
9 - Brian Bennett - "Got it made" (BRUTON) Drama Montage (1978)
10 - Ben & The Platano Group - "Culzean" París Soul (1971)
11 - Wendy Carlos -"Theme from a Clockwork Orange" B.S.O. A Clockwork Orange (1971)
12 - Quincy Jones - "Guitar Blues Odyssey: From Roots to Fruits" B.S.O. Smackwater Jack(1971)
13 - The Eddie Warner Band - "Jonathan" (IM) Big Band And Medium Combo (197?)
14 - Booker T. & The MGs - "Children Don't Get Weary" B.S.O. Uptight(1968)
15 - War - "Flying Machine (The Chase)" B.S.O. Youngblood (1978)

jueves, 10 de febrero de 2011

ESTA NOCHE A LAS 00:00H

NO TE PIERDAS ESTA NOCHE EL NUEVO CAPÍTULO DE TONY RUINA...

viernes, 4 de febrero de 2011

Capitulo 5: La bomba humana


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ESCENA1: DELIBERACIONES DEL HOMBRE BOMBA

Aunque considero la vida como una pesada carga llena de sufrimientos y sinsabores más que como un regalo, el suicidio es para mí, una prueba más de la estupidez humana. Hay gente que destroza su vida, gente que la malgasta y otros que simplemente acaban con ella de un golpe. Si bien creo que la gente tiene el derecho a decidir que hace con su vida, eso no quita que vea el suicidio como un acto de cobardía y puro egoísmo. Todos estos pensamientos corrían por mi cabeza mientras entraba en el autobús de línea con la bomba adosada a mi cuerpo.

ESCENA2: EL SER DESPRECIABLE

Para mí todos los hombres somos iguales. Negro, amarillo, blanco o naranja, considero al ser humano igual de estúpido sin que importe el color de su envoltorio. Y cuando escucho a alguien hablar de la supremacía del hombre blanco, enseguida lo tacho de despreciable. Solo hizo falta que abriese la puerta de mi despacho, para saber que aquel hombre era uno de estos. El polo con los colores patrios en el cuello, el peinado que se puso de moda durante el tercer Reich y un ostentoso reloj de oro. Dudé entre estrechar su sudorosa mano tendida y escupirle el trozo de pollo que acababa de sacarme de la muela. El sujeto quería que investigase a los inquilinos de un edificio en el centro de Olba Town. Hablo de ellos con un profundo e irracional odio. Putos moros, chinos asquerosos, sudacas de mierda…Me entraron arcadas escuchándole hablar de ese modo. Su intención era echarlos para poder vender el edificio y para ello necesitaba demostrar que estaban metidos en asuntos sucios. Droga, piratería, trata de blancas…Acepté el caso deseando que todos estuvieran limpios…de cargos me refiero, por supuesto.

ESCENA3: TAMBIÉN ES MALA SUERTE!

Al entrar en el primer apartamento, no era consciente del lio en que me estaba metiendo. Pertenecía por el Corán y la decoración a inquilinos árabes. Hasta ahí todo muy bien. Tengo una gran admiración por la cultura islámica. Particularmente no estoy a favor de mezclar la religión con la política, pero respeto que quieran seguir viviendo en la edad media. El problema empezó al encontrar varias cajas que contenían cloratita. Y se me erizó el pelo de la nuca cuando escuché las llaves de la puerta. Me encontraba dentro del apartamento de una célula de terroristas islámicos, y a pesar de la reconocida cordialidad de los árabes, pensé que no me invitarían a un té si me sentaba en un puff y les saludaba amigablemente. As-salaamou 3alikoum. El piso no tenía otra salida que la puerta principal por donde entraron los tres individuos con turbantes y luengas barbas. Así que, silenciosamente, pues aún no había sido descubierto, abrí una ventana y me descolgué por ella, cayendo en la terraza del piso inferior.

ESCENA4: GROTESCA E INESPERADA ESCENA SEXUAL

La escena que presencié al entrar por la terraza al piso dónde había aterrizado debo decir que me sorprendió bastante, y eso que en mi profesión estoy acostumbrado a las escenas fuertes. En la cama del dormitorio, había un negro grande, fuerte y desnudo que en sus manos estaba sujetando lo que un principio me pareció un bebé. Tenía cabeza sí, pero no era un bebé. Postrada ante él una señora de unos sesenta años también desnuda y con una pierna en cada mesilla, mostrando una flexibilidad tan terrible como grotesca. Un otorrino, la podría haber examinado sin necesidad de que abriese la boca. Educadamente me disculpé y les animé a que siguieran con la fiesta mientras salía por la puerta de la calle. Al empezar a bajar las escaleras sentí un frio círculo en la sien. Uno de los terroristas encañonaba mi cabeza con un kalashnikov.

ESCENA5: EL JINETE DEL APOCALIPSIS

Subimos al autobús en Nun´s Square. Yo, con la bomba adosada a mi cuerpo y el morito disimuladamente encañonándome con un revólver bajo su chilaba. Eso sí, tuvo un bonito detalle invitándome al viaje con su bonobús. Los terroristas del apartamento al parecer eran los dirigentes de la célula y habían decidido desembarazarse de mí a lo grande. Estallándome dentro de un autobús en hora punta y lleno de gente. Como no me presté a hacer tal viaje solo, me buscaron un compañero. Realmente era un niño, no creo que llegase a los 18 años. Pero se mostraba firme y convencido de que su destino era ser un mártir de la Yihad. Ojalá la educación pública funcionase tan bien como las madrazas islamistas. Nada más arrancar el autobús y ver que el morito perdía momentáneamente el equilibro me abalancé sobre él y empezamos a forcejear. Una señora empezó a atizarme en la cabeza con un besugo bien fresco, recién comprado de la plaza. “Suelte al morito! Racista! Senafobo! Toma, toma y toma!”. No la golpeé porque me gustó su gesto valiente y dejé que siguiera con su particular cruzada contra la xenofobia, mientras yo intentaba que el morito no moviese las manos. “Toma, toma, toma!!”. Viendo el revuelo el chófer paró el autobús de golpe, momento que aproveché para darle un golpe certero en la boca al moro y dejarlo ko. Tenía una bomba adosada a mi cuerpo, no sabía quién tenía el detonador… ¿el morito? ¿Sus dirigentes? ¿Estaría en ese momento a punto de explotar? El morito no tenía nada parecido a un detonador encima, así que eché a todo el mundo del autobús a empujones. Al chofer lo tuve que arrojar a través de la ventana ante su negativa de abandonarlo. Cogí el volante y empecé a circular sin saber muy bien hacia dónde dirigirme, con la bomba, el morito inconsciente y la sensación de que era un jinete del apocalipsis. Caí entonces en la cuenta de que nunca me había preguntado en qué lugar me gustaría morir.

ESCENA6: EL EXPLOSIVO DESENLACE

Tras conseguir yo sacar el autobús del área metropolitana y parar en un descampado en las afueras de Olba Town, el morito aprovechó un descuido para arrebatarme el cinturón explosivo. Cuando me ordenó que cogiera el volante para que entrar de nuevo en la ciudad mientras me apuntaba con el revólver, destrocé la palanca de cambios de una patada. Ojalá se quede en esto el parte del seguro, pensé angustiado. Le miré fijamente a los ojos, y cuando comprendí que no era más que un niño asustado le pegué un tremendo guantazo a mano abierta en toda la cara. Para posteriormente abrirle mis brazos y ofrecerle mi cara más solidaria, amigable y conciliadora. Se quedó en un principio con cara de alucinado pero poco a poco sus ojos se fueron llenando de lágrimas y se abrazó a mí sollozando y dejando el cinturón de bombas en el suelo. Y es que…lo que no solucione un buen bofetón a tiempo…

Banda sonora
1 - Henry Mancini- "Arabesque Theme" B.S.O. Arabesque (1966)
2 - John Saunders - "Follow Up No.2" (De Wolfe) 3429 - Gun Man (1980)
3 - Quincy Jones - "Do It - To It" B.S.O. Dollars (1971)
4 - Alan Tew - "Surveillance"
(TIM) Drama Suite Vol.2 (1976)
5 - Nino Rota - "The Emir And His Odalisques" B.S.O. Amarcord (1973)
6 - Piero Piccioni - "Kintabú" B.S.O. Colpo Rovente (1969)
7 - The Devil's Anvil - "Selim alai" Hard Rock from de Middle East(1967)
8 - Quincy Jones - "Ribber Ducky" B.S.O. Dollars (1971)
9 - Brian Bennett - "Foiled" (BRUTON) Drama Montage vol.1 (1975)
10 - Johnny Pate -"Brother (Title)" B.S.O. Brother on the Run (1975)
11 - Piero Piccioni - "Katmandu" B.S.O. Il Dio Sotta La Pelle (1974)
12 - Roy Budd- "Market Place" B.S.O. Diamonds ( 1975)
13 - James Brown - "People Get Up And Drive Your Funky Soul" B.S.O. Slaughter's Big Rip-Off (1973)
14 - Trevor Duncan - "Synchrosections Part 2b" (JW Theme Music) Dramarama (1961)
15 - G. Grant - "Looking for g (version one)"(DE WOLFE) 3315 Dangerous Connections (1975)
16 - Johnny Pate -"Soulful Brother On The Run" B.S.O. Brother on the Run (1975)
17 - Serge Gainsbourg - "Arabysance"B.S.O. Madame Claude (1977)

jueves, 3 de febrero de 2011

HOY A LAS 00:00H: LA BOMBA HUMANA

NO TE PIERDAS HOY A LAS 00:00H EL NUEVO CAPÍTULO DE TONY RUINA, QUE SEGÚN ALGUNOS EXPERTOS HA SERVIDO DE ACICATE PARA LA REVOLUCIÓN ISLÁMICA!!