miércoles, 30 de marzo de 2011

viernes, 25 de marzo de 2011

Capitulo11: Olba Town, la ciudad mutante


Escucha aquí el capitulo:


ESCENA1: VISITA MUTANTE EN EL DESPACHO
Aquella fría madrugada, permanecía aún en mi despacho estudiando toda la información que me había proporcionado la policía de Olba Town, en relación a los tenebrosos y funestos acontecimientos de los últimos días en la ciudad. Más de ciento cincuenta muertos y quinientos desaparecidos eran unos números como para tomarse el asunto muy en serio. Analizando todas las pistas, cuando creí ver ante mí el desencadenante de aquella espiral de violencia y antropofagia desmedida, se me erizó el pelo de la nuca al percibir un hedor insoportable a carne descompuesta que provenía de detrás de la puerta de mi despacho. Sin duda, tras ella, una horda de zombis mutantes se venía aproximando con la intención de devorarme los sesos. Mi segundo órgano preferido.  Armándome de valor, abrí la puerta, y como sospechaba, por el rellano de la escalera, una veintena de mutantes, con la parsimonia propia que debe tenerse disponiendo de una anatomía corrompida y putrefacta, subían escalón por escalón, jadeando y expulsando asquerosas secreciones por la boca y demás orificios. “Menuda faena le queda mañana a la limpiadora”, pensé. Aterrorizado me encerré de nuevo en mi despacho, consciente de que en menos de dos minutos echarían la puerta abajo. No tenía escapatoria posible. Aún sabiendo que no serviría para detener a la horda zombi, cogí del cajón mi revólver, dispuesto a volarme los sesos si era necesario antes que dejarme comer vivo. Con el cañón introducido en la boca, contemplé pavorizado cómo echaban la puerta abajo y entraban remolonamente en el despacho.  

ESCENA2: MUTANTES EN EL CENTRO DE OLBA TOWN
Olba Town tiene la merecida fama de ser una ciudad anodina en la que nunca pasa nada interesante. Nunca es nombrada por los noticieros. Exceptuando alguna que otra banda callejera, un frustrado intento de atentado islámico, una peligrosa persecución de la mafia china con tiroteo incluido, o unos extraños casos de combustión espontanea entre las rubias que paseaban por la zona nueva de la ciudad, sus calles son un remanso de paz y aburrimiento. Sin embargo, aquella soleada tarde de invierno, una horda de zombis mutantes surgió de quién sabe dónde, para romper la tranquilidad y placidez en la que se hallan normalmente sus habitantes. Una veintena de muertos vivientes, la mayoría conocidos vecinos de Olba Town, causaron el pánico en la plaza de Palm Square, la zona comercial de la ciudad.
Algunos incrédulos creyendo que se trataba de algún espectáculo callejero, con unos fantásticos y logrados efectos especiales, se paraban a contemplar cómo éstos devoraban en plena calle y sin ningún tipo de pudor a todo aquel viandante al que lograban apresar entre el aplauso surrealista de la concurrencia. Un grupo de grúas del Ayuntamiento, especializadas en demoler edificios históricos del centro de Olba Town consiguieron acorralar al grupo de zombis para posteriormente aplastarlos con sus palas hasta reducirlos a una asquerosa y pestilente papilla, que varios operarios equipados con mangueras vertieron al alcantarillado. El Alcalde Peter Font, presionado por los negocios del centro, que estaban en pleno periodo de rebajas, y para evitar que cundiera el pánico entre los ciudadanos, negó todos los hechos, y los atribuyó a una paranoia colectiva, encerrando y tomando por locos a los numerosos testigos del suceso.

ESCENA3: DIAS DIFICILES Y MUTANTES
Los días siguientes fueron caóticos en Olba Town. Decenas de grupo de mutantes deambulaban por la ciudad, provocando esto situaciones realmente incómodas para el desarrollo normal de la vida diaria de sus ciudadanos. Afortunadamente la afición del Alcalde Peter Font de derruir edificios singulares del centro de Olba Town, es bastante fuerte, por lo que el Ayuntamiento cuenta con un gran número de grúas para tal fin. Durante varios días, sin embargo su misión fue la de reducir y masacrar a todo aquel grupo de zombis que advirtiesen por las calles. Producto del caos y del miedo colectivo aplastaron por error a un grupo de jubilados que jugaba plácidamente a la petanca en Point Square. Con el tiempo la gente incluso empezó a acostumbrarse a ver los grupos de mutantes invadiendo las calles y a interactuar de distintas formas con ellos. Algunos gamberros se entretenían en lanzarles botellas, algunas señoras le dejaban restos de comida como si fueren gatitos, otros tantos se manifestaban en contra de su aniquilamiento por parte de las grúas, catalogando el hecho como un holocausto zombi. Sea como fuere, la situación se iba tornando insoportable. Por un lado el hedor que dejaban los zombis por las calles del centro estaba afectando al consumo. Por otro, a pesar de la torpeza y lentitud con que se movían, de vez en cuando conseguían apresar a algún ciudadano, por lo general personas con movilidad reducida, ancianos y desvalidos, y el goteo de muertos era ya demasiado importante. Así que el Ayuntamiento y las fuerzas de seguridad de Olba Town, en un ejercicio de transparencia sin precedentes, compartió con todos los investigadores, los científicos y la comunidad intelectual de la ciudad, todas las pistas e información que tenían en relación a este misterioso caso, para buscar una solución conjunta. La desesperación del Ayuntamiento se disfrazó de honestidad.   

ESCENA4: TENSIÓN MUTANTE EN EL DESPACHO
 El sabor metálico del revólver introducido en mi boca, el hedor de horda zombi que entraba en el despacho y se aproximaba para devorarme vivo, despertaron en mí un último intento de aferrarme desesperadamente a la vida y de por lo menos morir defendiéndome. Tras vaciar el revólver inútilmente, cogí el trofeo de pesca de la estantería y golpeé al primer zombi que me amenazaba con su aliento a pescado podrido. Golpeé de rebote un radiocassette que estaba en la mesa del despacho. Éste, cayó al suelo y empezó a sonar de repente la canción “You should be dancing” de la película fiebre del sábado noche. Los zombis tras un primer titubeo…se pusieron a bailar. Yo para soltar toda la adrenalina, decidí también acompañarlos.

ESCENA5: PASEO MUTANTE Y FUNKY POR LA CIUDAD
Antes de la inesperada visita de los zombis mutantes a mi despacho, estudiando la información proporcionada por las autoridades, constate que muchos de los ciudadanos que se convertían en zombis de manera espontanea, estaban en ese momento al volante. Y entre la documentación encontrada en sus vehículos destacaba en un gran número de ellos la tarjeta de visita de un brujo. El Doctor Makumba. “Su curandero africano de confianza”, rezaba el papel, como si estos términos pudieran parecer compatibles. Y con el radiocassette al hombro, bailando funky de madrugada por las desiertas calles de Olba Town, seguido por un centenar de zombis que se me iban uniendo por el camino, me dirigía yo a su morada a pedirle explicaciones sobre este desaguisado. Cuando, de repente, se perdió la emisora, y rodeado por cientos de mutantes, ávidos de cerebro o ritmo, desesperado me puse a sintonizar la radio buscando algo de buena música. Comprobé aliviado que bailaban con bastante dignidad la bossa nova.

ESCENA6: FINAL MACABRO PARA UN CAPÍTULO MUTANTE
El plano de situación que venía dibujado en la tarjeta del curandero nos llevó a una nave abandonada del polígono industrial The Light. Al entrar, más allá de los esqueletos de toda clase de animales que colgaban del techo, y de las extrañas pinturas con sangre en idiomas abandonados y malditos que cubrían las paredes, el influjo de la magia negra podía sentirse en la piel y en el ánimo. El hedor a carne descompuesta, el suelo lleno de sangre seca y vísceras,  y el frio cadavérico de la nave, hacía casi impracticable el estar demasiado tiempo dentro de ella. Para mi sorpresa los mutantes que me seguían hasta ese momento, conforme iban entrando en la nave, por quién sabe qué tipo de influjo maligno, iban despertando de su oscuro letargo zombi, y su piel y mirada cobraban vida de nuevo. ¡Sanaban! Lógicamente al mirar a su alrededor huían despavoridos y completamente desorientados. Yo, sin embargo, tenía que encontrar al Brujo Makumba y continué solo el camino. Llegué a un almacén con cientos de cajas de Kleenex y comprendí enseguida cómo había propagado el virus o maldición o lo que quiera que sea que volvía zombis a los conductores. A través de los vendedores de Kleenex de los semáforos. Un método genial e higiénico. Una pequeña puerta me condujo a una enorme sala y describir el horror que sentí al ver el tétrico mosaico que cubría por completo una pared de al menos veinte metros y compuesto por decenas de cabezas humanas, me parece algo inútil, pero recuerdo que por un momento casi pierdo el conocimiento. En el suelo, sentado en medio de la sala estaba el brujo, cubierto con una túnica y mostrándome sus muñecas entregándose. El corazón se me paró momentáneamente cuando en perfecto awinmauense se justificó diciendo que Olba Town era una ciudad maldita, y me aconsejó que abandonase la idea de seguir protegiéndola. No dejé que siguiera hablando. Quiero pensar que fue fruto de mi estado de nervios, o producto del ambiente maldito que fluía por las paredes, pero muy dentro de mí, se que fue por no oír lo último que quería decirme por lo que le estrangulé con mis propias manos, mientras gritaban al unísono el brujo y el mosaico de cabezas de la pared.



banda sonora

1 - Lalo Schifrin - "Amityville Frenzy" B.S.O. The Amityville Horror (1979)

2 - Fabio Frizzi - "Fatti misteriosi" B.S.O. Paura nella citta' dei morti viventi(1980 )

3 - Jay Richford & Gary Stevan - "fearing much" Feelings (197?)

4 - Fabio Frizzi- "Un gatto nel cervello " B.S.O. Zombi 2: Un gatto nel cervello (1970)

5 - A. blonksteiner - "Target-firing" B.S.O. Apocalypse domani(Vol.1) (1980)

6 - Georges.A.Romero - "Scarey 2" B.S.O Dawn of the dead (1978)

7 - Stelvio Cipriani - "Un'ombra Nell'ombra" B.S.O. Un'ombra Nell'ombra(1979)

8 - Lalo Schiffrin - "Fear" B.S.O. Mannix(1967)

9 - Giorgio Gaslini -" School At Night" B.S.O. Profondo Rosso (1975)

10 - Bee Gees - "You Should Be Dancing" B.S.O. Saturday Night Fever (1977)

11 - Pino Donaggio - "Jack On The Move" B.S.O. Blow Out (1981)

12 - Connie Francis - "Bossa nova hand dance" The Mood Mosaic 4

13 - Bruno Nicolai - "Medium" B.S.O. Tutti i Colori del Buio (1972)

14 - Galt MacDermot - "dead end" In Film: 1969-1973

15 - Georges.A.Romero - "Scarey 1" B.S.O Dawn of the dead (1978)

miércoles, 23 de marzo de 2011

MAÑANA A LAS 00:00H NUEVO CAPÍTULO

UN CAPÍTULO DE ZOMBIES DE TONY RUINA?
Pues sí, un capitulo de zombies de Tony Ruina (o no sabes leer?)

viernes, 18 de marzo de 2011

Capitulo10: Capítulo extraordinario de Tony Ruina

















Escucha aquí el capitulo:



ESCENA 1: EL REGRESO DEL GUERRERO
Tras nuestra espectacular huida de la ciudad perdida de Pietrola y dejar allí abandonado a su marido Sarcochon, con el batallón del ejército francés, Charlotte Brown y yo permanecimos ocultos en una buhardilla de Paris frente al Moulin Rouge. Nos convertimos de la noche a la mañana en las personas más nombradas y buscadas por los medios de comunicación y nuestras cabezas subieron vertiginosamente su cotización entre los caza recompensas. Durante esos días, como no teníamos otra cosa que hacer, aprovechábamos el tiempo para fornicar al aire libre. Ella con las manos en la barandilla del balcón, yo oscilando hacia mis sus suaves caderas y admirando la belleza de la torre Eiffel a lo lejos. Estaba tan feliz, tan satisfecho, tan colmados estaban mis instintos primarios, que a las dos semanas me aburrí y decidí volver a Olba Town. Charlotte, completamente comprensiva con mis deseos me regaló como recuerdo de nuestra historia un mechón de pelo de su perfumado pubis, con el cual me hice un bigote para poder pasar de incógnito por la aduana. Ya en carretera montado en el autobús de la compañía Ladies que une Sibilha con Olba Town, mientras recordaba la bonita noche en el desierto con Charlotte, me llegó a la pituitaria un pestilente hedor a la par que familiar y desagradable. Miré a la monjita que tenía sentada de compañera de asiento. Ella me devolvió la mirada como diciendo, yo no he sido. Un cartel anunciando que estábamos a sesenta kilómetros de nuestro destino, me hizo comprender que no era otra cosa sino el olor putrefacto de Olba Town.  Recordé entonces la angustiosa experiencia chamánica en la que entré bajo el influjo de las drogas y de la mano del gran Jefe Laminga en el poblado Awinmaue (capítulo 8).

ESCENA 2: EXPERIENCIA ONÍRICA EN EL POBLADO AWINMAUE
Me desperté tiritando, empapado y con una humedad insoportable calándome los huesos. Completamente desnudo y en medio de un enorme humedal, al incorporarme y mirar a mi alrededor, se me heló la sangre. La vegetación era exuberante y de desmesuradas proporciones. No soy un experto en botánica, pero no reconocía ninguna de las plantas que con colores hasta ese momento nunca imaginados, se levantaban vigorosamente adoptando formas imposibles hasta que perdían de vista en altura. Sus frutos, con una morfología enigmática y maldita, mostraban también una variedad malsana de colores brillantes y texturas amenazadoras. El paisaje que me rodeaba, a pesar de ser fascinantemente extraño e ignoto, me recordaba algo que mi mente rechazaba de puro terror. En ese momento, di un respingo al sentir algo que me rozaba la pantorrilla. Miré hacia abajo y era una especie de perro feo, enano y sin pelo. Sin embargo, su rostro me resultaba angustiosamente familiar. Armándome de valor lo cogí para verlo más de cerca y vomité de terror nada más corroborar mis sospechas. Esos ojillos hundidos, esa calva generosa, esas gafas, y su tonta y encantadora sonrisa. Era una especie de ser del futuro, un perro mutante con la cara del Alcalde Peter Font. Grité con todas mis fuerzas, provocando la espantada de miles de seres amorfos que surgieron de la extraña vegetación que me rodeaba en aquel maldito paraje, y que hacía eones fueron las marismas de Olba Town. Desperté de nuevo pero ahora en la choza del Jefe Laminga, el cual me escupía repetidamente para calmar mi tenso estado de ánimo. Su respuesta, tras contarle el viaje onírico que acababa de tener debido a una sobredosis de hongo sagrado, lejos de tranquilizarme casi me vuelve loco. Me dijo que sin duda había estado en el futuro, a miles o quizá cientos de miles de años de distancia en el tiempo. Y no solo eso, me dijo también, que llegaría un momento en el que estaría en mis manos el poder cambiar ese desolador futuro. De la impresión de sus palabras perdí el conocimiento descompuesto.

ESCENA3: REENCUENTRO CON LA PELIRROJA
La lencería de la pelirroja era deliciosamente suave al tacto, y con un aroma sutil e insinuante que incitaba al pecado. El sostén, firme y solido, debido al enorme peso que debía  de soportar era sin embargo liviano y ligero en cuanto a su textura…con encajes y trasparencia para mostrarlo todo sin enseñar nada. La ropa interior de su marido, sin embargo, era la propia de  un hombre apocado y sin sex appeal. Feas camisetas sin mangas, y los típicos slips blancos con el clásico agujero para sacar el pajarito. Se me escapó en ese momento una risotada que casi me delata.
La misma noche de mi llegada a Olba Town, decidí que me vendría bien algo de calle, y paseando por Rich Street, vi un cartel anunciando el concierto de Deborah Boobs en el Pub The Other World. Era la hermosa pelirroja, cuyo marido me contrató para comprobar si le era infiel. (capitulo 2). La turgencia de sus voluminosos pechos, no habían cedido ni un ápice a la ley de la gravedad debido al trascurso del tiempo, según se apreciaba en la fotografía del cartel. Así que decidí ir a verla, para comprobar si el Photoshop tenía algo que ver en todo esto. La comprobación la haríamos en casa de la pelirroja, ya que su marido estaba en una cena de negocios y no llegaría hasta tarde. Estaba a punto de testar con mis manos la firmeza de sus senos cuando oímos las llaves de la puerta. Su marido se había adelantado. Escondido como un voyeur en el armario del dormitorio, y viendo como el marido borracho intentaba inútilmente satisfacer a su esposa, no pude más que recordar el bonito caso del equipo femenino de rugby, que a continuación relato…

ESCENA4: EL CASO DEL EQUIPO FEMENINO DE RUGBY (capitulo7)
Aquella bonita y luminosa mañana de primavera mi despacho lucía como siempre, desordenado y lleno de polvo como una incómoda metáfora de mi vida, hasta que entró parte del equipo femenino de Rugby de Olba Town. Once chicas, once sueños, once dulces minishorts, que inundaron de repente la estancia  de luz y sensualidad con sus risas y perfectos cuerpos adolescentes. Intimidado y pensando que éste podía ser un buen comienzo para una película de Jess Franco, les pregunté qué les había traído a mi agencia. Entre todas me explicaron que necesitaban de mis servicios, ya que sospechaban que tenían un mirón, que las espiaban mientras se duchaban, tras los entrenamientos. Además les había desaparecido ropa interior por lo que el mirón tenía además acceso a sus taquillas. Acepté el caso con una gran rabia contenido por dentro, debida sobre todo por la profunda envidia que me entró al oír su relato. Ya una vez en el estadio de Rugby, inspeccionando las instalaciones no tardé en dar con el escondrijo desde el cual el voyeur espiaba a las chicas. Así que allí pasé dos semanas apostado, mientras para sumergirme en el perfil psicológico del mirón, espiaba a las chicas a través del agujero. Once chicas, once sueños, sin minishorts. El hecho es que seguramente debido a mi presencia, el mirón dejó de acosarlas y de robarles ropa interior. Resuelto el caso, decidí no cobrarles nada, que menos, ellas, agradecidas, me insistieron en que me debían un favor, y volvía a pensar en las películas de Jess Franco.

ESCENA5: FINAL ALTERNATIVO A LA EMPANADA ORIENTAL
Aún después de haber estado cerrado más de siete años, durante mi periplo en tierras africanas,  el despacho estaba tal y como lo dejé antes de partir…lleno de polvo y telarañas, e invadido por ratas y cucarachas. Volvía a casa a reunirme con los míos. En el fondo del cajón de mi escritorio, me llamó la atención un objeto metálico y brillante. Al acercarme advertí que se trataba de unas bolas chinas. Irremediablemente rememoré el caso de la empanada oriental (capitulo 4), y me cuestioné qué sería de mi en este momento, si hubiese adoptado otra decisión en el último momento. [….]Así que salimos del Maserati y para poner orden y abrirnos paso grité a la muchedumbre “Háganse a un lado que voy armado”, meneando las caderas con las manos en la cintura. El hecho es que la contundencia de mis armas causó un gran revuelo y en medio de la estampida de la gente cogí a la chinita de la muñeca y empezamos a recorrer el antiguo embarcadero del rio Red Wine. La única opción que yo barajaba era arrojarnos a las sucias aguas del rio. Pero cuando llegamos al borde del embarcadero la chinita se paró en seco y me explicó toda la historia. Una auténtica empanada oriental. El Señor Chung Lio era en realidad su hermano y vino de China por que había vendido su virginidad a otro jefe de un clan mafioso. Ella, para demostrarle que era poco virgen, montó todo este numerito. Cuando me aseguró que su hermano sólo nos respetaría si contraíamos matrimonio, consideré muy seriamente esa posibilidad, tanto que al día siguiente nos casamos al estilo chino, saliendo de la Iglesia de San Peter Square bajo una lluvia de arroz tres delicias. La cosa es que aparte de convertirme el yerno del capo chino más peligroso y sanguinario del mundo, pasé a llevar el control del tráfico de cocaína en Europa Occidental, adquiriendo un nuevo significado para mí la expresión, navidad, blanca navidad…


banda sonora


1 - Jack Trombey - "Beat Special" De Wolfe 2990 - Young Beat (1966)

2 - Gato Barbieri - "Goodbye (Un Largo Adios)" B.S.O. Last Tango in Paris (1972 )

3 - Nico Fidenco - "Come Back! Rhythm" B.S.O. Emanuelle - Perché Violenza Alle Donne? (1977)

4 - Alessandro Alessandroni & Nora Orlandi - "Hell Nightmare" B.S.O Devil's Nightmare (1971)

5 - Alain Goraguer - "Les hommes - La grande co-existence"
B.S.O La Planète Sauvage (1973)

6 - Roy Budd - "The Strange Approaches" B.S.O. The Black Windmill (1974)

7 - Janko Nilovic - "African Dream"
Impressions, Vol. 1

8 - Piero Piccione -"A Place To Hide" B.S.O. The Tenth Victim (1965)

9 - Piero Umiliani - "Topless Party" B.S.O. Svezia, Inferno e Paradiso (1968)

10 - Gert Wilden And Orchestra - "Little Girls"
B.S.O. Schoolgirl Report (1969)

11
- Galt MacDermot - "Woman is Sweeter" B.S.O. Woman is Sweeter (1969)

15 - Piero Piccioni- "Big Action" B.S.O. Puppets on a chain (1970)

12 - Guido & Maurizio De Angelis - "Piedone Is Sad" B.S.O. Piedone Lo Sbirro (1973)


13 - Guido & Maurizio De Angelis - "Piedone A Hong Kong (Piedone Indaga)" B.S.O. Piedone A Hong Kong (1975)

14 - Ray Charles - "Santa Claus Is Comin' To Town" The Spirit Of Christmas (1959)


jueves, 17 de marzo de 2011

ESTA NOCHE A LAS 00:00H EN UNIRADIO

 Y COMO SIEMPRE...MAÑANA AQUI  EN EL BLOG 

viernes, 11 de marzo de 2011

Capitulo9: El Tesoro de Chirimbolo


Escucha aquí capitulo:

Descargar

ESCENA1: PERDIDO EN LA SELVA
Tras mi huida del poblado Awinmaue, pasé al menos tres días perdido por la selva, alimentándome de gusanos y charlando con los monos, sin llegar a intimar en ningún caso. Siguiendo un rastro de colillas llegué a un campamento que por la cantidad de basura acumulada en sus alrededores deduje que se trataba del hombre blanco. En concreto era un campamento del grupo internacional ecologista Yellow Peace en el que una veintena de hippis estudiaba el impacto de hombre blanco en la selva. Por la cantidad de mierda que había a su alrededor el impacto que me causó a mi particularmente fue repugnante.  Completamente desnutridos y llenos de mugre se pasaban todo el día tumbados y drogados probando todo tipo de plantas tóxicas. Me pareció que estaban tan desubicados como puedan estar los animales salvajes en un zoo. Aún así, me proporcionaron ropa y algo de comida. Cuando me informaron que una vez al mes un hidroavión les visitaba suministrándoles alimentos y tabaco, vi mi oportunidad de abandonar ya por fin la selva. 

ESCENA2: SOBREVOLANDO EL DESIERTO
Que el mundo está lleno de asombrosas casualidades es algo que ya sabía, pero la vida no deja de sorprenderme y de mostrarme que es un pañuelo. El hidroavión se llamaba Superplus II y su piloto era un entrañable anciano llamado Raymond Frank.  Su padre a bordo del Superplus I en los años veinte había cruzado por primera vez el océano atlántico en hidroavión. Una proeza para la época. El hecho es que salió de Border´s Sticks, un pueblo cercano a Olba Town. Cuando yo le dije que era de allí oriundo, el hombre se emocionó muchísimo. Su padre le había hablado de la belleza del paisaje de Olba Town, del rio, las marismas, la playa de Fodder Top. No quise desilusionar al anciano, así que me ahorré contarle cual era el estado actual de aquel paraíso de antaño. Sobrevolando el desierto, Raymond seguían dándome la brasa con la belleza de Olba Town. Me vi obligado a contarle que no quedaba nada de aquello, que las fábricas se habían encargado de borrarlo del mapa. El rio, las marismas, la playa de Fodder Top, estaban mortalmente envenenadas. Raymond Frank al oír mis palabras murió en el acto de un infarto y el hidroavión se desplomó irremediablemente sobre la arena del desierto. Cubierto de arena hasta el cuello, constaté que no cabe duda de la condición de ciudad maldita de Olba Town, que ni nombrarse se puede sin que ocurra una catástrofe. 

ESCENA3: BRUSCO GIRO DEL DESTINO
No sé cuantas horas pasé sepultado hasta el cuello en mitad del desierto. Con la cara abrasada, la garganta seca y llena de arena, cuando empezaron a llegar los buitres y a rodearme, deseé simplemente morirme, abandonarme. Poco a poco fui perdiendo el conocimiento, mientras a lo lejos me parecía ver unas sombras acercándose. Aturdido, pensé que se trataría solamente de alucinaciones. Los buitres empezaron a ensañarse con mis orejas. Cuando desperté  no pude más que sonreír pensando cómo cualquier situación, puede dar un vuelco tan radical en un abrir y cerrar de ojos. De estar en mitad de desierto enterrado hasta el cuello de arena y siendo devorado vivo por decenas de buitres, pasé a estar desnudo y sumergido en una bañera de latón llena de agua perfumada. Cuatro lindas mujeres de rasgos árabes para aliviar el dolor de mis quemaduras frotaban mi cuerpo con un ungüento algo pestilente. Al día siguiente me enteré que se trataba de orina de camella. Repuesto del shock inicial, analicé la situación. Por el aspecto de la tienda donde me encontraba y el atuendo y rasgos de las muchachas que me cuidaban deduje que los nómadas del desierto, los Tuareg, me habían salvado la vida, y estaba ahora en uno de sus asentamientos. Como para corroborar mis sospechas, entró en ese momento el Jefe del clan que en perfecto inglés se me presentó como Ali Pallah, descendiente directo de la casta de los Dallah Pakah. Me comunicó que al día siguiente iban a dirigirse hacia el norte. Cuando me preguntó de donde era yo, fue decir Olba Town y llevarme las manos a la boca. El jefe Ali Pallah con una importante formación en las artes oscuras instintivamente se dio cuenta de que yo había pronunciado una palabra maldita, por lo que decidió adelantar la marcha y partimos antes del atardecer. Sin embargo sólo era cuestión de tiempo que cualquier calamidad se nos viniera encima.
    
ESCENA4: PERSEGUIDO POR LA MALDICIÓN
Al día siguiente me despertó un ruido de disparos fuera de la tienda. El campamento fue rápidamente rodeado por un batallón del ejército francés. El jefe del Clan Ali Pallah no tuvo más remedio que entregarse. Por lo visto sólo él conocía el paradero de la perdida ciudad de Pietrola que escondía entre sus muros el tesoro perdido de Chirimbolo, y según leyendas locales con él una poderosa pócima mágica que proporcionaba vida eterna. La leche! El ejército francés lucía en mitad dl desierto con sus mejores galas. Incluso había venido en persona el presidente francés Sarcochon para asegurarse el éxito de la misión. Con él, como siempre su glamurosa esposa y exmodelo Charlotte Brown que retuvo su mirada de forma insistente en el bulto que sobresalía de mi chilaba debido al despertar tan repentino. El jefe del clan Ali Pallah se comprometió a llevarlos a la ciudad perdida a cambio de que respetasen a su pueblo hasta el momento de su regreso. Charlotte Brown insistió a su marido en que yo formase parte de la expedición. El presidente francés desconfiado me miró de arriba a abajo. Afortunadamente el bulto de mi chilaba ya había menguado, por lo que accedió a las peticiones de su esposa. Así que me vi de nuevo embarcado en una nueva aventura de futuro incierto en busca de un tesoro de tiempos arcanos.

ESCENA5: ESCENA SEXUAL EN EL DESIERTO
Al acampar de noche tras el primer día de viaje hacia la ciudad perdida de Pietrola, decidí salir de la tienda y sentarme en la arena a disfrutar del espectáculo que ofrecía las estrellas en un cielo tan limpio como aquel. Al poco se sentó a mi lado Charlotte Brown. Fue algo que sencillamente no me sorprendió. Sabía que sucedería. Hablamos toda la noche como si nos conociésemos de mucho tiempo, riéndonos y cantando canciones de Serge Gainsbourg . Ella había insistido a Sarcochon en que me reclutase para la misión, porque ya me conocía. Sabía de algunos de mis casos en Olba Town. Y me confesó de que la posibilidad de que su marido se tomase la pócima, y le obligase a ella hacer lo mismo, y por ende, tener que aguantarlo hasta la eternidad, era algo que había que evitar a toda costa. Para consolarla del estado de nervió que le entró tan solo de pensarlo, le pasé un brazo por encima. Y una cosa llevó a la otra…la otra a la una. Total que acabamos con los genitales rebozados en arena del desierto y prometiéndonos que la pócima no caería nunca en manos de su marido. 

ESCENA6:HUYENDO DE LA CIUDAD PERDIDA
Huyendo de la ciudad de Pietrola a caballo y escoltado por Charlotte Brown y el jefe Ali Pallah, aún aturdido, intenté recapitular para ser consciente de lo que había sucedido realmente. Habíamos llegado a la preciosa ciudad perdida de Pietrola. Allí, una primera trampa situada en un corredor decapitó a un puñado de franceses. Yo obligado a fuerza de pistola a entrar tropecé con la cabeza de un soldado francés, y esquivé de esta forma la mortal cuchilla giratoria. La segunda trampa era un damero lleno  de letras que había que pisar en clave a riesgo de caer por un precipicio. Yo dije para mi “Yavéh tú, que pongo yo ahora!”, mientras iba escribiendo dando saltos, y llegué al otro lado sin problemas. Como nunca miro el suelo cuando ando, cuando me di cuenta estaba caminando sobre un puente invisible hacia una puerta abierta en la roca. Allí encontré la pócima en un vasito de barro y sin fecha de caducidad. Al llegar los soldados franceses con su presidente a la cabeza y tenderme éste la mano para que yo le diese el bebedizo, miré a Charlotte Brown que rompía a llorar desconsolada y ante la mirada atónita de todos, me lo bebí todo de un trago. El presidente francés montando en cólera, ordenó a sus soldados que abrieran fuego sobre mí. Mientras me acribillaban, gastando inútilmente las balas ya que solo me hacían cosquillas, conseguí a base de mamporros dejarlos a todos inconscientes, momento que aproveché para huir con Charlotte y el jefe Tuareg. Cabalgando bajo el sol demoledor del desierto, y sacándome una bala de la oreja, me estremecí pensando cómo iba yo a costearme la jubilación.

banda sonora 
1 - Giancarlo Barigozzi Group - "Tarzan Dance" Optical Sound (197?)

2 - Sam Sklair - "African Runner" (CONROY) African Adventure & The Spy Set (1967 )

3 - J.J. Johnson - "Willie Escapes" B.S.O. Willie dynamite (1974)

4 - Brian Bennett - "Flying Fists" (BRUTON) Drama Montage (Vol.1) (1978)

5 - Gordon Staples & the String Thing - " Strung Out" B.S.O Mean Johnny Barrows (1976)

6 - Georg Deuter - "Desert - Rock (space ship - orbit)" Soundtrack (197?)

7 - Roy Ayers - "Desert Sunrise" B.S.O. Cleopatra Jones (1972)

8 - Gert Wilden & Orchestra - "Desert Hips" B.S.O. I Told You Not To Cry (1966/72)

9 - Roy Budd - "Rescue of Limbani" B.S.O. The Wild Geese (1978)

10 - Bruno Nicolai - "Fenomenal e il tesoro di Tutankamen"
B.S.O. Fenomenal e il tesoro di Tutankamen (1968)

11 - Nora Orlandi - "Night Story" B.S.O. Il Dolce Corpo Di Deborah (1968)

12 - Luchi DeJesus - "Be shait / Jericho / Super man" B.S.O. Friday Foster (1975)

13 - Elmer Bernstein - "Lighter Santi" B.S.O. McQ (1974)

14 - Kool & The Gang - "Open Sesame" B.S.O.Saturday Night Fever (1977)

jueves, 10 de marzo de 2011